Seguidores

sábado, 26 de agosto de 2023


 

Planes y programas para enfermedades especiales en Venezuela: el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, 1936

 

El Estado venezolano, a partir de 1936, inició un proceso de institucionalización para la construcción de obras públicas entre las cuales tuvieron especial interés aquellas para la atención de la salud. A continuación se construye una historia de la institución asistencial partiendo de la organización del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS) para atender enfermedades especiales (lepra, tuberculosis y mentales), clasificadas así por ser contagiosas y peligrosas para la sociedad y por requerir aislamiento para sus tratamientos; el objetivo es conocer la estructura del MSAS y la forma como participó en la propuesta de planes, programas y edificios asistenciales. Se localizó y analizó información bibliográfica, hemerográfica y documental referida al tema que se articuló con la creación del Ministerio y otras dependencias del país. Se advierte que la compleja estructura institucional fue estratégica para el Estado en uno de los momentos históricos más importantes en la modernización venezolana.


Para leer el artículo completo ver el siguiente link:

http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_tc/article/view/26950


Hotel Humboldt, un milagro en el Ávila


Hacer arquitectura es tener un acuerdo tácito con la historia. Es el resultado de una dura práctica en busca de lo esencial. La arquitectura es una cultura continua, cuyo conocimiento se ha ido transmitiendo en el curso de la historia, que, a su vez, la añeja y la enriquece, incorporándola. Es un acto profundamente culto, pues no se recrea lo que no se conoce. Por el contrario, es el conocimiento el que permite la escogencia y la selección. Y este es el gran momento de la creación.

Hacer arquitectura es recrear elementos que ya existen. No se inventan los patios, las atarjeas, los vanos ni las transparencias, el zaguán los patios ni las plazas. Es también la mirada que recorre con rigor y entusiasmo las pequeñas cosas de la vida, que sublima lo cotidiano, que resuelve bien, por ejemplo, una ventana porque a través de ella entra el paisaje, o que al diseñar un patio sabe que desde allí descubre el hombre las estrellas y le dan un límite al infinito.

(Rogelio Salmona. En: Ricardo L. Castro (1998). Rogelio Salmona. Bogotá, Villegas Editores, p. 49).

emerge © , Todos los derechos reservados. Página diseñada por y modificada por El Duende