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miércoles, 30 de junio de 2021


En Venezuela se muestran logros en la arquitectura asistencial construida por el Estado entre 1936 y 1956. El objetivo es valorar, desde la perspectiva de la historia de la arquitectura, cómo los elementos arquitectónicos de la tradición: el patio, el corredor y la naturaleza, fueron recursos utilizados para la curación de los enfermos mentales y de tuberculosis; el resultado advierte que la arquitectura fue un instrumento utilizado para la curación de estos enfermos.

Podrás ampliar sobre este tema de la historia de la arquitectura en Venezuela en Quiroga, Revista de Patrimonio Iberoamericano Nro. 19, enero-junio 2021 en el siguiente enlace:

https://doi.org/10.30827/quiroga.v0i19.0007

Hotel Humboldt, un milagro en el Ávila


Hacer arquitectura es tener un acuerdo tácito con la historia. Es el resultado de una dura práctica en busca de lo esencial. La arquitectura es una cultura continua, cuyo conocimiento se ha ido transmitiendo en el curso de la historia, que, a su vez, la añeja y la enriquece, incorporándola. Es un acto profundamente culto, pues no se recrea lo que no se conoce. Por el contrario, es el conocimiento el que permite la escogencia y la selección. Y este es el gran momento de la creación.

Hacer arquitectura es recrear elementos que ya existen. No se inventan los patios, las atarjeas, los vanos ni las transparencias, el zaguán los patios ni las plazas. Es también la mirada que recorre con rigor y entusiasmo las pequeñas cosas de la vida, que sublima lo cotidiano, que resuelve bien, por ejemplo, una ventana porque a través de ella entra el paisaje, o que al diseñar un patio sabe que desde allí descubre el hombre las estrellas y le dan un límite al infinito.

(Rogelio Salmona. En: Ricardo L. Castro (1998). Rogelio Salmona. Bogotá, Villegas Editores, p. 49).

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