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martes, 16 de febrero de 2021

EL EJÉRCITO NACIONAL Y LA INTEGRACIÓN TERRITORIAL EN VENEZUELA: CUARTELES Y CARRETERAS, 1908-1935

Dra. Arq. Ana Elisa Fato Osorio

En la historiografía de la arquitectura venezolana se ha desconocido parte del legado construido durante el gobierno de Juan Vicente Gómez (1908-1935); esta investigación pretende aproximarse a la relación entre el Estado, la organización militar, la arquitectura y la ciudad con el objetivo de construir una historia de la arquitectura que tenga como hilo conductor el mejoramiento y construcción de los cuarteles durante el gomecismo y su vinculación con la conexión territorial del país a través de un sistema de carreteras. A partir de la revisión bibliográfica y documental en los repositorios disponibles, considerando el tema de seguridad con que se manejan los asuntos militares, se reconstruye, organiza y establece cierta secuencia cronológica que explica la construcción de los cuarteles militares al tiempo de ejecutarse la propuesta de comunicar el territorio nacional. Durante estos años se dieron los primeros movimientos intelectuales e institucionales para la planificación en la construcción de una infraestructura vial y la reorganización institucional del Ejército, fundamentados sobre la estrategia de lograr: el orden, la paz y el progreso entre los sectores privilegiados de la sociedad. El objetivo fue convertir el Ejército Nacional (1913) en una maquinaria moderna dedicada a gestionar todas las actividades vinculadas con la protección del país, por lo que el Estado se abocó a la construcción de nuevas sedes para los diferentes cuerpos militares, a través de los Ministerios de Guerra y Marina y de Obras Públicas. Finalmente, los cuarteles fueron edificios representativos del símbolo del poder que la institución militar ostentó, en ellos no sólo se previeron las actividades de entrenamiento y disciplina del sector militar, sino que junto con el interés de la reactivación económica y comercial que implicó la construcción de una red de carreteras, se atisbó la protección del territorio por parte del Estado.

Para el artículo completo ver:

http://trienal.fau.ucv.ve/2017/publicacion/articulos/HP/extenso/TIFAU2017_Extenso_HP-06_AEFatoO.pdf

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Hacer arquitectura es tener un acuerdo tácito con la historia. Es el resultado de una dura práctica en busca de lo esencial. La arquitectura es una cultura continua, cuyo conocimiento se ha ido transmitiendo en el curso de la historia, que, a su vez, la añeja y la enriquece, incorporándola. Es un acto profundamente culto, pues no se recrea lo que no se conoce. Por el contrario, es el conocimiento el que permite la escogencia y la selección. Y este es el gran momento de la creación.

Hacer arquitectura es recrear elementos que ya existen. No se inventan los patios, las atarjeas, los vanos ni las transparencias, el zaguán los patios ni las plazas. Es también la mirada que recorre con rigor y entusiasmo las pequeñas cosas de la vida, que sublima lo cotidiano, que resuelve bien, por ejemplo, una ventana porque a través de ella entra el paisaje, o que al diseñar un patio sabe que desde allí descubre el hombre las estrellas y le dan un límite al infinito.

(Rogelio Salmona. En: Ricardo L. Castro (1998). Rogelio Salmona. Bogotá, Villegas Editores, p. 49).

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